El pasado 29 de marzo nos volvimos a encontrar, como solo lo sabe hacer esta comunidad: con el corazón abierto, la energía puesta en el bien común y las ganas de seguir soñando en grande. Nuestro evento de recaudación fue mucho más que una cena… fue una noche para creer.
Creer que es posible hacer las cosas de otra forma.
Creer que la empatía sí mueve montañas.
Creer que lo que hacemos cada día por nuestros niños y niñas vale, cuenta, transforma.
Durante el evento, hubo momentos que simplemente se quedarán con nosotros. Risas, abrazos, miradas cómplices, brindis que decían “aquí estamos” sin tener que decirlo. Ver a tantas personas reunidas, aportando su granito de arena, nos recordó que no estamos solos en esta misión.
Y claro, hubo detalles que hicieron la noche todavía más especial: la comida deliciosa, el ambiente cálido, la música, la decoración, los buenos deseos. Pero lo más valioso fue sentirnos parte de algo más grande… de una comunidad que cree, que apoya, que camina con nosotros.
Queremos dar un agradecimiento muy especial al restaurante Margarita Mermaids por hacer posible este evento. Su generosidad y entrega fueron clave para que esta noche mágica se convirtiera en una realidad. Gracias por abrirnos sus puertas, pero sobre todo, por abrirnos su corazón.
Nos fuimos a casa con el alma más ligera y muchas razones para seguir adelante. Este evento no solo recaudó fondos; recaudó fe, fuerza y motivación.
Gracias por creer con nosotros. Seguimos caminando, soñando, creando. Siempre con la convicción de que cada niño y niña merece vivir su historia con dignidad, alegría y oportunidades.